Escrito por Tomas Elorriaga
Todos nosotros queremos mejorar, deseamos sanarnos de una enfermedad, mejorar nuestro estado físico, queremos estar más tranquilos o sencillamente desarrollar una habilidad, tener una pareja, dinero… pero no nos sanamos, nuestro estado físico no mejora, no estamos bien y no estamos en paz…algo fuerte nos frena. ¿Por qué no cambio?
Deseamos cambios a nivel social, familiar u organizativo… pero no ocurren o no a la velocidad que deseamos. ¿Qué nos pasa? ¿Por qué no cambiamos?
La razón por la que no cambiamos es porque SOMOS ADICTOS AL PASADO, estamos en el presente, definidos por historias del pasado.
Si por ejemplo decides cambiar cuando algo cambie en tu vida, cuando algo externo mejore, cuando los demás cambien… estás atado al pasado, a lo que fue, a la carencia y estás desvinculado de tu verdadero poder.
A NIVEL PERSONAL:
Las personas estamos más del 70% de nuestro tiempo en modo supervivencia. Nuestra atención está en lo que no queremos, en lo negativo, en estado de ira, miedo o tristeza, sin una visión, propósito claro, no hay introspección, ni reflexión ni aprendizaje. Todo esto ocurre inconscientemente, como un programa informático que se autoejecuta. Nada cambia.
Con frecuencia redoblamos los esfuerzos, luchamos más, queremos hacer más cosas desde esta perspectiva equivocada…y seguimos en el mismo sitio o empeoramos.
No vemos oportunidades ni posibilidades de mejorar, nuestra perspectiva se estrecha, nos hacemos más egoístas y cortoplacistas, eliminamos la aventura y el riesgo. Nos enfrentamos, luchamos o escapamos, nos escondemos y nos quedamos quietos… pero deseamos forzar un resultado… que no va a venir.
A NIVEL ORGANIZATIVO:
A nivel organizativo sin el bienestar de las personas, con tanto miedo e ira, no hay capacidad de superar la adversidad, no hay resiliencia. El pesimismo se contagia y todos entramos en modo ataque-parálisis-huida.
Porque en este estado emocional común, no hay propósitos compartidos, ni pasión por hacer las cosas, ni los procesos son excelentes, ni seducimos a los clientes, ni tenemos resultados.
Nadie confía en nadie, se genera mucho individualismo, parece que no hay tiempo ni recursos, no se mejora y menos aún se innova, nos volvemos muy conservadores y nos dedicamos a controlar, a reducir grados de libertad y a despilfarrar talento.
SUPERAR LA ADICCIÓN AL PASADO:
Si eres adicto a los mismos pensamientos, si eres adicto a las mismas emociones de rabia, preocupación y tristeza, si sigues adicto a las rutinas del pasado, es que entonces eres adicto a una falsa identidad que se cree separada de tu realidad… y lo que tienes es lo que tú mismo has creado.
Si no te vas a sentir merecedor hasta que tengas, si no te vas a sentir sano hasta que te cures, si no vas a sentirte abundante hasta que no tengas… es que no conoces las leyes de la creación de realidad.
En algún momento de tu vida te deberás preguntar si vas a dar más importancia al pasado o al futuro, si deseas dar más energía a lo conocido o a lo desconocido, si vas a dar más poder a tu ego o a tu ser poderoso.
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